Al igual que los humanos, las mascotas, especialmente los perros, tienen la capacidad de demostrar sus sentimientos. Así como evidencian felicidad, también pueden mostrar tristeza y depresión cuando no se sienten a gusto.
La depresión es un síntoma muy común en cualquier ser vivo y puede ser ocasionada por muchas razones. En el caso de las mascotas no es difícil darse cuenta si algo les sucede porque sus cambios de comportamiento normalmente son claros.
De acuerdo con The American Society of Animal Behavior, algunos de los síntomas más evidentes cuando una mascota sufre de depresión tienen que ver con la comida, el sueño y el cansancio.
De acuerdo con la mencionada institución, cuando una mascota está deprimida no come regularmente. Si el dueño empieza a notar que la comida se queda en el plato, es importante prestar atención y estar alerta.
De igual manera, aunque a veces puede parecer simple cansancio, las mascotas quieren estar cerca de su amo la mayor parte del tiempo, por ello suelen dormir cuando la persona lo hace o cuando está ausente. Si se evidencia que el perro duerme más tiempo del que está acostumbrado o fuera de horas, probablemente esté enfermo o deprimido.
Un animal feliz muestra su alegría. Juega, es cariñoso, corre y demuestra de diferentes formas su amor y cariño a las personas que lo quieren. Las mascotas cuando están tristes o deprimidas no realizan ninguna de estas actividades.
Información del portal Purina Latam indica que las mascotas, especialmente los perros, son muy sensibles a situaciones emocionales, logran percibir las actitudes de cualquier persona hasta llegar al punto en el que si su amo se encuentra feliz, ellos también lo están, mientras que si la persona está triste buscarán hacerla sentir bien o intentar ser empáticos y compartir la misma sensación.
Depresión por soledad
La soledad también les puede causar depresión. A las mascotas les gusta compartir con sus dueños y por ello la recomendación de los especialistas es que cuando el amo esté con su mascota procure pasar tiempo de calidad y cuando se presente el momento en que tenga que dejarlo solo, es importante intentar adecuar la casa para que no se sienta solitario.
Una buena opción es, por ejemplo, acercarle sus juguetes, ponerle música relajante y en lo posible, dejarlo en un espacio que sea abierto y con buena iluminación natural. Sobre todo, es importante no dejarlos muchas horas solos, ya que ellos se deprimen con facilidad.
Cuando una persona encuentra a su mascota desanimada, puede realizar cambios o actividades para reforzar los lazos y animarlo. En el caso de los perros es importante pasearlos todos los días, compartir momentos juntos y jugar con él.
Si la condición de tristeza se mantiene en el tiempo, lo mejor es llevarlo al veterinario, pues podrían existir más razones por las cuales la mascota no tiene ánimo, por ejemplo, alguna enfermedad.
Procurar la salud de la mascota es algo primordial, así que al momento de detectar la depresión en el perro lo ideal es actuar de manera rápida y segura para evitar que su situación empeore.
Según información de la Universidad Nacional Autónoma de México, las mascotas también podrían deprimirse después de intentar adaptarse a un ambiente nuevo y no lograrlo.
Por otro lado, el entrenamiento violento hacia diversas especies también aumenta las probabilidades de presentar este estado. En los perros, por ejemplo, los métodos de entrenamiento basados en el castigo y el trato violento los llevan a actuar, primero, de forma extraña y finalmente en lo que se conoce como indefensión aprendida, la cual es la manifestación de un estado de depresión, precisa la mencionada institución.
Ante cualquier cuadro de depresión que no mejora con los días, los especialistas indican que lo primero que se debe hacer es acudir al especialista, pues podría ocurrir, por ejemplo, que el animal tenga parásitos, pulgas o garrapatas que no lo dejan tranquilo. Cuando las mascotas tienen este tipo de insectos o ácaros en su organismo pueden comenzar a sufrir de depresión.
Fuente: semana.com