Cada problema que trae la vida es un entrenamiento para fortalecer tu capacidad de superación, creatividad y valentía. Algunas veces lo mejor es no luchar, rendirse y admitir que las cosas son así, pues los principales motivos de tu sufrimiento físico y mental son el apego, el deseo, la soberbia, la ignorancia y la incapacidad de amar. Al reconocerlo podrás fluir, aprendiendo a vivir de la forma más simple.
Mantener tu vida de forma simple, ha de permitirte encontrar la grandiosa sencillez de gozar un amor sin condiciones. Cuando entiendes que menos es más, tu existencia se transforma en un fluir continuo de paz, pues al encontrar tu centro espiritual podrás siempre esperar lo inesperado, sin perder la calma.
El único tiempo real es el momento presente, este tesoro inviértelo en tu crecimiento personal y en la humanización de tus acciones. La vida plena está compuesta de cuatro elementos fundamentales: salud, trabajo, conocimiento y amor.
Conecta tu corazón a la fuerza espiritual que te permite estar con seguridad y serenidad en tu propio centro. La realidad es que todos vamos a morir algún día y lo mejor que podemos hacer es vivir plenamente, gozando el milagro de estar vivos sólo por hoy.
Todo en la creación es trinitario: la unión del primero con el segundo, produce el tercero. Somos materia, energía, tiempo y conciencia. Esa es la fórmula que inventó el gran arquitecto del Universo.
El mayor tesoro que puedas imaginar, así lo busques afuera, algún día descubrirás que siempre ha estado dentro de ti. Recuerda que es tan simple ser feliz y por eso mismo, no lo entiendes.
Nada en la naturaleza es apresurado, todo tiene su tiempo de madurar y dar fruto. De igual manera, puedes aprender a crecer de forma simple, superándote sin prisa día a día. La existencia está a favor de quienes a través de la esperanza y la lucha diaria se mantienen en pie, ejercitando la paciencia y sabiduría para soportar los inviernos de la vida, accediendo de esta forma, al gozo y la plenitud de una nueva y amorosa primavera.
Nuestro niño interior herido desea conciliarse con el adulto inmaduro presente para encontrarse, a sí mismo y sanar. Recuerda que la base de la familia auténtica es aceptarnos individuales, equivocados, libres, sagrados y humanamente imperfectos, porque lo que nos decepciona y frustra, no es lo que nos hacen las personas, sino las expectativas exageradas que nos hacemos de ellas.
Ejercicio Transformativo:
En el silencio, sin interrupciones, sincroniza tu mente en una frecuencia de calma y sosiego. Imaginando que una fuente de agua cristalina va limpiando tu cerebro de todos los pensamientos que impiden tu relajación. Vas a empezar a sentir que el lento pero plácido movimiento del agua renueva tu fatiga física y emocional. Desde ese bienestar, vas a mirar tu rostro reflejado en la fuente, con una sonrisa interior llena de equilibrio y salud. Amplía esta imagen a todo el cuerpo y suelta las cargas, responsabilidades, deseos, obsesiones y espejismos materiales, eligiendo una vida simple que te lleve a la paz.
Por: Armando Martí
Tomado de kienyke.com