El exfutbolista, Balón de Oro en 2004, visita a los menores de un campo de refugiados en Varsovia para exigir una mayor protección institucional
Mito sobre el césped, donde logró ser el mejor jugador del mundo en 2004, Andrei Shevchenko (Dvirkivshchyna, Ucrania; 45 años) sigue siendo noticia fuera del terreno de juego. Retirado hace justo una década, el exdelantero de Dinamo de Kiev, Milan y Chelsea ha visitado este lunes un campo de refugiados de Varsovia (Polonia) en el que una decena de niños ucranios, huidos de la ofensiva de Rusia en su país, le han recibido con los brazos abiertos.
En el acto, promovido por War Child y Save The Children, con el apoyo también de Laureus Sport for Good, Shevchenko se divirtió, jugó y compartió anécdotas con los más pequeños, tan solo unos pocos de los 5,8 millones de refugiados que, se estiman, han tenido que abandonar sus hogares para huir a otros países de Europa.
De todos ellos, más de la mitad son niños, como ha reconocido el propio exfutbolista: “Son casi tres millones de niños en los últimos cinco meses. El impacto físico de la guerra es evidente, pero no podemos olvidar el impacto psicológico en estos jóvenes. No basta con sacar a un niño de la guerra. Tenemos que sacar la guerra de los niños”.
Shevchenko, exseleccionador de Ucrania (2016-2021) y entrenador del Génova italiano hasta enero de 2022, cuando fue destituido, es todo un mito en su país. Así se lo han hecho saber los niños, alejados de sus familias por el conflicto.
“El deporte tiene un poder increíble para romper barreras y crear esperanza en tiempos de desesperación”, ha dicho Shevchenko, autor de 354 goles en 721 partidos como jugador profesional. Y ha añadido, en referencia al impulso de la educación y salud mental de los niños: “Estoy orgulloso de participar en iniciativas como esta, pero debemos seguir trabajando por el futuro de estos niños”.
Fuente: El País