Las personas que hacen actividad física tienen menor riesgo de depresión, según un estudio publicado en la revista Jama.
La depresión es la causa principal de la carga de enfermedades relacionadas con la salud mental y una de las principales causas de discapacidad en todo el mundo, ya que afecta aproximadamente a 280 millones de personas. Y de acuerdo con los resultados de un estudio publicado en la revista Jama Network Psychiatry, la actividad física podría jugar un papel muy importante en su prevención.
En concreto, el estudio puso sobre la mesa que la actividad física podría prevenir la depresión en la medida en que las personas con niveles más altos de ejercicio que participaron tuvieron un 17 por ciento menos de probabilidades de desarrollar depresión frente a aquellos con bajos niveles de actividad física.
El objetivo de esta revisión sistemática y metanálisis fue profundizar en la asociación entre la actividad física y la depresión.
“El estudio demostró que incluso pequeños volúmenes de actividad fueron beneficiosos, pero van más allá al cuantificar las diferencias en el riesgo de estas dosis. Por lo tanto, nuestros hallazgos tienen nuevas implicaciones importantes para los profesionales de la salud que hacen recomendaciones sobre el estilo de vida, especialmente para las personas inactivas que pueden percibir el objetivo actual recomendado como poco realista”, enfatizan los especialistas.
Estos fueron los resultados del estudio
La mayoría de los participantes de este estudio, exactamente el 78 por ciento, informaron niveles de exposición por debajo de 17,5 horas de actividad física por semana.
Según el estudio, los adultos que realizaban actividad física cuatro horas semanales tenían un 18 por ciento menos de riesgo de depresión frente a quienes no informaron ninguna actividad.
Por su parte, los adultos que realizaron ocho horas de actividad física por semana tuvieron un 25 por ciento menos de riesgo frente a quienes no informaron ninguna actividad.
En ese sentido, los investigadores sugieren que si los adultos hubieran alcanzado al menos ocho horas de actividad física por semana hubieran tenido este beneficio sobre su salud mental.
¿Cómo llegaron a los resultados?
Para este estudio se revisaron 348 artículos de texto completo y todos -menos uno- de estos estudios incluidos se originaron en países de altos ingresos.
Finalmente, cabe resaltar que los estudios analizados sólo utilizaron medidas de actividad física autoinformadas, que están sujetas a sesgos de recuerdo y de deseabilidad social. Por otro lado, no hubo suficientes estudios con resultados estratificados para examinar el sexo, la edad o los subgrupos geográficos y, en particular, si los países de ingresos bajos y medianos estuvieron subrepresentados en los estudios incluidos.