Los problemas de salud mental en las adolescentes van en aumento. Entre las posibles causas destacan las redes sociales, competencia académica y deportiva, injusticia social, preocupaciones climáticas, violencia armada, aprendizaje virtual, entre otras.
La Academia Estadounidense de Pediatría declaró recientemente una emergencia nacional en la salud mental de niños y adolescentes, ya que las tasas de depresión, ansiedad, autolesiones y pensamientos suicidas incrementaron durante la pandemia.
Pero la salud mental de los jóvenes se había estado deteriorando durante algún tiempo antes de la pandemia. Las preadolescentes entre 10 a 14 años son las más afectadas, así lo informó Jelena Kecmanovic, psicóloga, fundadora y directora del Instituto de Terapia del Comportamiento de Arlington/DC en su columna de The Washington Post.
“Durante mucho tiempo se ha creído que la escuela secundaria es el período más difícil de superar, especialmente para las chicas, pero una confluencia de tendencias sociales y biológicas más recientes ha llevado a una tormenta perfecta para las niñas preadolescentes”, expresó.
Por ejemplo, un estudio reciente de niñas británicas de 10 a 15 años encontró que las dificultades de comportamiento y la insatisfacción con la vida aumentaron más entre este grupo de chicas que entre los niños durante la pandemia, en comparación con el período previo a la llegada del coronavirus.
Entre 2010 y 2020 la Encuesta Nacional sobre Uso de Drogas y Salud de Estados Unidos encontró que el porcentaje de niñas de 12 a 17 años que experimentaron al menos un episodio depresivo mayor en el último año aumentó del 12% al 25%.
¿Qué afecta la salud mental en las preadolescentes?
En los años de la escuela secundaria, las niñas se deprimen mucho más que los niños y se vuelven algo más ansiosas, y estas diferencias persisten hasta la edad adulta.
“La pubertad interactúa con el estrés y hace que las niñas sean propensas a la depresión, las autolesiones y otros problemas psicológicos. Y la cantidad y variedad de estrés aumenta durante la preadolescencia”, dijo Mitchell J. Prinstein, director científico de la Asociación Estadounidense de Psicología.
Los cambios hormonales y neurales de la pubertad ocurren justo cuando aumenta el estrés relacionado con la apariencia, la familia, la escuela, la vida social y las actividades extracurriculares.
Durante los años de la escuela intermedia, la investigación ha encontrado que las niñas generalmente comienzan a preocuparse mucho más que los niños por cómo encajan en el mundo y qué piensan sus compañeros de ellas. Y esa es un área en la que solo tienen un control limitado.
“Las áreas del cerebro de las niñas involucradas en la sensibilidad de la valoración social se vuelven más activas durante la pubertad. Y cuanto más activa es esta parte del cerebro, mayor es el riesgo de depresión, ansiedad e incluso tendencias suicidas”, explicó Jennifer S. Silk, profesora de psicología clínica y del desarrollo en la Universidad de Pittsburgh.
El efecto de las redes sociales
El factor que más contribuye al aumento de los problemas de salud mental en los jóvenes es el uso de la tecnología.
Aunque la investigación general sobre este vínculo no ha sido concluyente, algunos estudios sugieren que las niñas parecen verse particularmente afectadas negativamente por las redes sociales.
Después de años de aumento lento pero constante en la actividad de las redes sociales, los preadolescentes de hoy las usan un 17 % más que en 2019.
“En general, es más probable que las niñas participen en comparaciones y se vean afectadas por la retroalimentación interpersonal. Y esas tendencias los predisponían a la depresión. Ahora esos procesos se amplifican enormemente con las redes sociales”, comentó Prinstein.
Además de ser potencialmente tóxico por sí mismo, las largas horas de uso de las redes sociales evitan que las niñas se involucren en comportamientos que promuevan el bienestar, como la interacción en persona con amigos, el sueño y la actividad física.
Fuente: El Tiempo Latino